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Bullarolas
Hace años que Picazo montó la ferrata más transitada de Montserrat. Por la Teresina, casi cada día se pasea alguién y la cosa también funciona para los que bajamos de la Paret de Santa Cecília.
El otro día, después de escalar un largo de libre totalmente recomendable (vía El vianant, tercer llarg), bajaba por la ferrata sin sobresaltos, cuando, al llegar al puente de roca por encima del cual camina la ferrata, observé perplejo que algún jefe de las chapuzas está montando por debajo un puente tirolés (con todas las letras en acero inoxidable de alta densidad).
Y digo perplejo, porqué en el sitio no hace falta montar ningún puente, a no ser que lo que se busque sea construir un mini-parque-temático, mondongo de lo cutre y del absurdo. Pero parece ser que hoy en día una ferrata no cumple las espectativas de ese grupo en aumento que son los ferrateros, si no cuenta con algún puente tirolés en su recorrido. Vean la foto y juzguen ustedes mismos si tiene sentido montar aquí ese puente al estilo Heidi. Montserrat a menudo ve las idioteces más surrealistas. Le tocó estar cerca de la civilización lo cual tiene su precio, por muy empinadas que sean tus canales y tus barrancos.
Montar ferratas nuevas está prohibido en la montaña. Desconocemos si para “la cosa” han pedido permiso al Patronat y si el magnánimo y plural organismo, enterado de la chapuza, ha decidido que como en la zona de la Teresina ya está todo perdido, pués que tampoco vendrá mal incrementar y mejorar la oferta de tan católico macizo.
A nadie parece preocupar-le en cambio, que en algunos barrancos la erosión provocada por cabras y cabrones deje sin vejetación rincones que, de tan empinados, se han convertido en escombreras verticales. Y la lluvia se lleva todo cuanto encuentra a su paso y luego nos estrañamos y a los expertos les llueve la pasta y en sus informes pagados con el money de todos se preguntan… ¿Porqué?
Ah! Por cierto. Hemocromatosis: exceso de hierro en el cuerpo.