Técnica enmarañada


Recientemente poniamos en tela de juicio el cacareo sobre lo que un triangulo de fuerzas bloqueado puede tener de bueno y sobre lo que tiene de malo. Ferran añadió un tiempo antes lo que de dudosas tienen las cintas dinema y los cordinos de kevlar. Osease... Que como de dinámico tienen poco, más vale no darles un tirón considerable en seco, si no queremos quedarnos a dos velas en el sentido más macabro.

Tranki dejaba una pista para solucionar en parte la cuestión tratada: reuniones equalette. El tinglado, no obstante, resulta tan aparatoso como el nombre que lo define. Los interesados, pinchen y vean. El sistema es correcto y hasta puede que ssea cómodo. Sin embargo, en roles un punto más allá de lo trillado, de varios triangulos o con múltiples seguros precarios la cosa puede terminar enredadita entre dónde me trinco, espera que me suelto, ya me has reenviao o muévete un poquito que te paso por debajo y los estribos no me dejan y esto qué coño es...


Por ahí apuntan otras soluciones: volver a las cintas de nylon, dinámicas, y si estan cosidas, mejor. O cambiar a los cordinos de 6 o 7 milímetros, descartando los de kevlar. Dejarse de historias, en definitiva, y volver a los triangulos de toda la vida que son simples, rápidos y efectivos. Todo sea para que en las reuniones disfrutemos como los que más.


Malas compañías



Sobre el mundo del espectáculo y sus rendimientos económicos más allá y por encima de las personas que protagonizan ese “espectáculo” se ha escrito y peliculado un montón. Empiezan haciendo canciones y terminan con una sobredosis o peor, a manos de gente sin escrúpulos que tiene un solo objetivo: ganar pasta hasta poder ahogarse en élla.

Algo parecido, por no decir “calcado”, le pasa desde hace ya un tiempo al climbing. Casi todos los buenos son chabales y unos cuantos son fáciles de influir y/o manipular. Ese es el caso, desde mi punto de vista subjetivo y transferible, del amiguete David Lama.



Gracias a la mina que es Supertopo, nos enteramos un día del alcance de las chapuzas de Lama en el Cerro Torre. Parece ser que su equipo no emplazó 12 blots fuera de la ruta para las lineas de cuerdas fijas que iba a necesitar la filmación del tema. Un proyecto que de hecho dejó de ser “su proyecto” en cuanto cayó en las zarpas de nuestros ya viejos amigos de Red Bull.

Hay quién vuelve a casa y como las tapias quedan lejos, piensa que su vocación de Gotera y Otilio –chapuzas a domicilio– se habrá desvanecido como las rocas bajo la niebla.Y entonces, con el recuerdo difuminado a voluntad, cuenta una bola –otra chapuza, porqué las bolas tienen eso, que cuando hay pendiente no paran de rodar y rodar.



Total que, sube la niebla, pasa el frío, y con la nueva temporada el amigo Role se pasa por la Maestri y encuentra algo más de lo contado por el equipo de Reb Bull. Más paraboles de los mencionados por Lama y además, encima de la vía y al lado de fisuras de calidad –doble chapuza redbulliana–. Role que por allí debe de estar como en su casa, saca unas cuantas chapas y corta algunos espárragos. Les hace algunas fotos y la mierda vuelve a caer sobre el pobre Lama que se cubre de gloria, para no repetir la palabra antes mencionada.

En esta entrevista publicada por Desnivel, pero realizada por Planet Mountain, Lama contaba algunos detalles sobre su desdichado proyecto unos meses antes de su partida hacia el Cerro Torre. La entrevista es una más, pero hay algunos detalles que, visto el despropósito, resultan reveladores más de un año después.



A Lama, la cosa de liberar la Maestri le motivaba ya que “si analizas la expedición desde un punto de vista externo puede que pienses que sólo me interesa forzarla en libre”. Pero él veía “esta aventura como algo más completo” pués “el Torre y su primera escalada en libre forman una única leyenda, sin igual en el mundo de la escalada” y añadía que la tapia “es considerada por muchos alpinistas la montaña más dura del mundo”.

Probablemente ese “punto de vista externo” del que habla Lama sean las operaciones de márketing iniciadas por Reb Bull en cuanto le puso las garras al asunto, mucho antes de que Lama culminara su escalada. Pero si crees que es algo demasiado rebuscado, unas lineas más abajo Lama lo dejaba claro:




“El resultado de esta iniciativa está conectado con diversos factores que ni Daniel ni yo podemos controlar. Lo que es importante para nosotros es ser capaces de seguir nuestros objetivos de forma independiente al resto del grupo. Tanto el fotógrafo como el cámara tienen experiencia en montaña, pero aún así tendrán la ayuda de dos guías”.

Antes del tinglado, el mismo Lama reconocía que había dejado de controlar el asunto sin saber todavía lo que le esperaba sobre el granito helado de la Maestri: frío, ni un solo paso en libre y 60 paraboles de más en la tapia.



El problema es doble. A: planificar un reto alpinístico y anunciarlo a bombo y platillo como si se tratara de saltar doce autobuses con tu moto de heviata. Y B: someterte a una superestructura insondable en cuanto las cosas se tuercen. Por no hablar de la presión en cascada –opción C: esa que va cayendo como la mierda, desde el presidente de la empresa, pasando por todos los directores habidos y por haber, hasta golpear a los curritos de más abajo –fotógrafos, guías, etc. – que tienen que dar salida al “proyecto” sea como sea.

Y en cuanto a las víctimas, para terminar ya con la película, la primera es el Cerro, taladradito a paraboles de la marca “Más pasta, por favor, que nunca tengo suficiente”. La segunda es el amiguete David Lama, a quien le va a costar lo suyo sacarse de encima el olorcillo que le ha dejado todo lo defecado. Las terceras son los dos guías que le acompañaban y que, de hecho, tuvieron que perpetrar el crimen a sabiendas de lo que comportaba –un asunto feo, seguro!

Pero hay más víctimas. Todas las que en el futuro no van a saber ponerle condiciones al monstruo, sea el toro de Red Bull o cualquier otro animal ávido de dinero.



The most poisonous snake in the valley


Hi ha moltes coses amb la capacitat de substanciar un record concret. De vegades és un clau trobat, o una vaga guardada com un tresor. Una olor, una flor seca, el tiquet d'un autobús o un col·lega desconnectat de fa temps o una caixa sencera de diapos o la cicatriu d'un tall a la mà. En aquest cas és una cervesa.
Clica sobre la foto i disfruta. It's poop time, baby!

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