Técnica enmarañada


Recientemente poniamos en tela de juicio el cacareo sobre lo que un triangulo de fuerzas bloqueado puede tener de bueno y sobre lo que tiene de malo. Ferran añadió un tiempo antes lo que de dudosas tienen las cintas dinema y los cordinos de kevlar. Osease... Que como de dinámico tienen poco, más vale no darles un tirón considerable en seco, si no queremos quedarnos a dos velas en el sentido más macabro.

Tranki dejaba una pista para solucionar en parte la cuestión tratada: reuniones equalette. El tinglado, no obstante, resulta tan aparatoso como el nombre que lo define. Los interesados, pinchen y vean. El sistema es correcto y hasta puede que ssea cómodo. Sin embargo, en roles un punto más allá de lo trillado, de varios triangulos o con múltiples seguros precarios la cosa puede terminar enredadita entre dónde me trinco, espera que me suelto, ya me has reenviao o muévete un poquito que te paso por debajo y los estribos no me dejan y esto qué coño es...


Por ahí apuntan otras soluciones: volver a las cintas de nylon, dinámicas, y si estan cosidas, mejor. O cambiar a los cordinos de 6 o 7 milímetros, descartando los de kevlar. Dejarse de historias, en definitiva, y volver a los triangulos de toda la vida que son simples, rápidos y efectivos. Todo sea para que en las reuniones disfrutemos como los que más.


Malas compañías



Sobre el mundo del espectáculo y sus rendimientos económicos más allá y por encima de las personas que protagonizan ese “espectáculo” se ha escrito y peliculado un montón. Empiezan haciendo canciones y terminan con una sobredosis o peor, a manos de gente sin escrúpulos que tiene un solo objetivo: ganar pasta hasta poder ahogarse en élla.

Algo parecido, por no decir “calcado”, le pasa desde hace ya un tiempo al climbing. Casi todos los buenos son chabales y unos cuantos son fáciles de influir y/o manipular. Ese es el caso, desde mi punto de vista subjetivo y transferible, del amiguete David Lama.



Gracias a la mina que es Supertopo, nos enteramos un día del alcance de las chapuzas de Lama en el Cerro Torre. Parece ser que su equipo no emplazó 12 blots fuera de la ruta para las lineas de cuerdas fijas que iba a necesitar la filmación del tema. Un proyecto que de hecho dejó de ser “su proyecto” en cuanto cayó en las zarpas de nuestros ya viejos amigos de Red Bull.

Hay quién vuelve a casa y como las tapias quedan lejos, piensa que su vocación de Gotera y Otilio –chapuzas a domicilio– se habrá desvanecido como las rocas bajo la niebla.Y entonces, con el recuerdo difuminado a voluntad, cuenta una bola –otra chapuza, porqué las bolas tienen eso, que cuando hay pendiente no paran de rodar y rodar.



Total que, sube la niebla, pasa el frío, y con la nueva temporada el amigo Role se pasa por la Maestri y encuentra algo más de lo contado por el equipo de Reb Bull. Más paraboles de los mencionados por Lama y además, encima de la vía y al lado de fisuras de calidad –doble chapuza redbulliana–. Role que por allí debe de estar como en su casa, saca unas cuantas chapas y corta algunos espárragos. Les hace algunas fotos y la mierda vuelve a caer sobre el pobre Lama que se cubre de gloria, para no repetir la palabra antes mencionada.

En esta entrevista publicada por Desnivel, pero realizada por Planet Mountain, Lama contaba algunos detalles sobre su desdichado proyecto unos meses antes de su partida hacia el Cerro Torre. La entrevista es una más, pero hay algunos detalles que, visto el despropósito, resultan reveladores más de un año después.



A Lama, la cosa de liberar la Maestri le motivaba ya que “si analizas la expedición desde un punto de vista externo puede que pienses que sólo me interesa forzarla en libre”. Pero él veía “esta aventura como algo más completo” pués “el Torre y su primera escalada en libre forman una única leyenda, sin igual en el mundo de la escalada” y añadía que la tapia “es considerada por muchos alpinistas la montaña más dura del mundo”.

Probablemente ese “punto de vista externo” del que habla Lama sean las operaciones de márketing iniciadas por Reb Bull en cuanto le puso las garras al asunto, mucho antes de que Lama culminara su escalada. Pero si crees que es algo demasiado rebuscado, unas lineas más abajo Lama lo dejaba claro:




“El resultado de esta iniciativa está conectado con diversos factores que ni Daniel ni yo podemos controlar. Lo que es importante para nosotros es ser capaces de seguir nuestros objetivos de forma independiente al resto del grupo. Tanto el fotógrafo como el cámara tienen experiencia en montaña, pero aún así tendrán la ayuda de dos guías”.

Antes del tinglado, el mismo Lama reconocía que había dejado de controlar el asunto sin saber todavía lo que le esperaba sobre el granito helado de la Maestri: frío, ni un solo paso en libre y 60 paraboles de más en la tapia.



El problema es doble. A: planificar un reto alpinístico y anunciarlo a bombo y platillo como si se tratara de saltar doce autobuses con tu moto de heviata. Y B: someterte a una superestructura insondable en cuanto las cosas se tuercen. Por no hablar de la presión en cascada –opción C: esa que va cayendo como la mierda, desde el presidente de la empresa, pasando por todos los directores habidos y por haber, hasta golpear a los curritos de más abajo –fotógrafos, guías, etc. – que tienen que dar salida al “proyecto” sea como sea.

Y en cuanto a las víctimas, para terminar ya con la película, la primera es el Cerro, taladradito a paraboles de la marca “Más pasta, por favor, que nunca tengo suficiente”. La segunda es el amiguete David Lama, a quien le va a costar lo suyo sacarse de encima el olorcillo que le ha dejado todo lo defecado. Las terceras son los dos guías que le acompañaban y que, de hecho, tuvieron que perpetrar el crimen a sabiendas de lo que comportaba –un asunto feo, seguro!

Pero hay más víctimas. Todas las que en el futuro no van a saber ponerle condiciones al monstruo, sea el toro de Red Bull o cualquier otro animal ávido de dinero.



The most poisonous snake in the valley


Hi ha moltes coses amb la capacitat de substanciar un record concret. De vegades és un clau trobat, o una vaga guardada com un tresor. Una olor, una flor seca, el tiquet d'un autobús o un col·lega desconnectat de fa temps o una caixa sencera de diapos o la cicatriu d'un tall a la mà. En aquest cas és una cervesa.
Clica sobre la foto i disfruta. It's poop time, baby!

Una opción interesante


Paseando por la net, la añoranza de largos y fructuosos viajes verticales --teniendo en cuenta que el frío y el curro hacen mella en cualquiera con un espiritu sensible-- me lleva aquí. Vale la pena darse una vuelta, sobretodo si nuestra intención es empezar a hacer planes de lo que podría ser un paseo precario por las tapias del ianqui. La Zenyatta Mondatta --de ahí, salto aquí-- es una opción interesante para empezar en eso del bis-wall yose-mítico :{). Pero están las alternativas de siempre a buen precio emocional, si lo que queremos es concocer gente y nos van las aglomeraciones verticales (1, 2, 3 , 4). También encontrarás algun rincón exótico y algún tapión desconocido por estos lares. Total, todo. Entre más de 600 artículos, al que no quede satisfecho le devuelven el dinero.

Vamos a cambiar de tema



Vamos a cambiar de tema a ver si así el personal, entre los que me incluyo, nos desagobiamos un poco. Que la cosa está muy panki y me empiezan a doler los pirsings esos que levo en los pezones.

L’altre dia passejant per ca’la Montse, vaig dedicar-me  a la contemplació amb profusió a l’esplanada del que un dia va ser l’ermita de Santa Anna. Es veu que govern, monestir i tota la petoleia, han apostat per recoreguts lúdico-culturals cabalcant la serra. La idea és adecentar els espais que ocupaven les antigues ermites montserratines com si es tractés d’un parc al centre de qualsevol ciutat. Es rotura el bosc, s’arrenquen quatre arbres, es planten quatre cartells i es construeix alguna cosa (això sempre: el ciment, que no falti).




La lluminosa idea, celestial, diria jo, és fer-ho a les ermites que envolten el monestir: Santa Anna, Sant Joan, Sant Salvador... I no sé si a Sant Benet, com que la cosa es conserva bé, hauran pensat de muntar-hi una barra americana, per allò de diversificar l’oferta. Es kauks de la zona -els que no som tan kauks també- estan que trinen... Sobretot a Trinitats. Ja fa un parell d’anys que entre esllavissades col·losals i reptes per al turisme del segle XXI, per la muntanya ronden equips de paletes, helicòpters i generadors a tot drap.

La recuperació de les ermites, destruïdes, la gran majoria, durant la Guerra del Francès, els primers anys del segle XIX, pot ser interessant si es fa a nivell de documentar les restes / estudiar-les. Però la cosa pinta més aviat a excavadora, ciment i quatre paletes, que no arqueòlegs. I cartells, molts cartells. Esperem que no acabin pintant passos de zebra i posant semàfors a les cruïlles.




Per cert. Afegeixo una nova ermita a la col·lecció de racons lúdico-festius. Dos forats massa quadrats descoberts al peu de la Mas-Brullet i un dia rúfol van ser la combinació perfecta per descobrir el que debia haver estat una ermita petita, depenent, segurament, del Monestir de Sant Benet o del de Santa Cecília. Sigui com sigui, segurament, la més allunyada del Monestir de Montserrat. Les restes de teules i d’argamassa a la paret ho confirmen.

Què ens hi construiran, aquí? Un bar amb terrasseta on endreçar el material abans i després de la tibada més clàssica del setor? T’aviso que fer una clareta al solet, mentre disfrutes veient algun bow patint a la Hard Gritt, no estaria mal, no?


Ai lof Mark Zuckerberg


La mayoría de nosotros escribimos algún tipo de blog de escalada. Nos entretenemos perdiendo el tiempo en la tercera cosa que más nos gusta después de escalar: hablar de escalada. Nos entretenemos y entretenemos también al resto del personal que se pasea por este prolífico mundillo virtual con ganas de leer algo nuevo cada día. Pasa el tiempo y algunos con la mente proclibe a los inventos han pretendido emular a Mark Zuckerberg.

El caso es que, muy lejos de lo que se pretende con el B2EC --cooperativa sin ánimo de lucro en la que nos reunimos los escaladores catalanes-- o con Aumosta, blog de blogs recientemente descubierto por menda gracias a un compi en la net, ya hace tiempo que nació otra estrella. Se trata de blogsdeescalada.com, site donde aparecen automáticamente las actualizaciones de nuestros blogs. En portada, con un simple enlace --hasta aquí, todo bién. Sin embargo, desde mi punto de vista absolutamente subjetivo, la cosa se tuerce en cuanto clicas el tema que te interesa. El enlace no está linkeado al blog original, sino que abre una subpágina del site en cuestión donde se "piratea" el blog. Solo los terriblemente interesados en el original, pueden visitarlo sin más dificultad que la de clicar una segunda vez sobre el enlace. No es difícil pero tampoco es directo.

Se preguntarán sus señorías a qué viene todo este rollo. Comentando el tema e iniciado un debate con amigos de siempre y colegas conocidos a través de la internautica escalatoria, no he encontrado, todavía, a ninguno al que le guste el susodicho sistema: que si se pierde la estética original, que si los enlaces del blog, las bromitas, los comentarios, las encuestas... Que si la página se queda en nada, que si las visitas...

Queda claro que la cosa no gusta, al menos, a unos cuantos. Además, resulta que no solo nos quedamos sin computar los lestores que "realmente" acuden a nuestra página, sino que además, como la cosa le funciona tan bién al señor blogsdeescalada --no es ningún secreto que su idea multiplica las visitas a su web--, ahora empieza a negociar sus primeras ofertas peconómicas.

No sería la primera vez que la tontería va a más, porqué lo que se cuece en la red tiene derechos de autor, especialmente imágenes, reseñas y demases. Menda se puso hace un tiempo en contacto con el administrador del site. Su idea es buena. Sin embargo, no estoy por hacer ni la primera pela ni inventos internauticos más allá de entretener gratis y con gusto al personal con el blog que ahora mismo tienes entre las manos.

Recientemente he vuelto a las andadas con la misma petición. Esta segunda tentativa tampoco ha dado sus frutos y nuestro prota --debe pensar que soy un plasta o un radical-- ha optado por eliminarme de su lista, con lo cual el Never Stop ya no está en blogsdeescalada. Es una lástima, porqué creo que establecer un enlace directo no solo daría más calidad a blogsdeescalada, sino que además tendría satisfecha a la que es, no lo olvidemos, su materia prima: los blogs que nos curramos entre todos.

Mi intención no era ni declarar una guerra ni empezar una batalla por nuestros derechos. Muchos habeis recibido algun mensaje al respecto estos últimos días. La cosa ha rodado por la red más de lo previsto, un poco como los "còdols" en la Veni-vidi-vincit de l'Escolanet, que haberlos haylos y rodar, ruedan solo con mirarlos. Cada cual que haga lo que quiera. Tener la información, a mi entender, es lo importante.

Marqueteria fina: falques, falquetes, escuradents i calcetes


El per què forma part de la vida íntima i personal de cadascú; però aquest matí abans del curro un dilema existencial tortura la meva existència efímera. O publico aquest post sobre falquetes dins el capítol de tècnica tòxica o surto a comprar-li unes calcetes a la meva baby. Una xorrada, deus pensar, si no fos perquè això de les falquetes t’interessa i perquè hi ha deures que, alguns ho compartiran, són una condició indispensable per passar els dies sense més maldecaps dels inevitables.

De manera que som-hi. Falques, maderitas, escuradents o palillos... Amb una bossa plena de troços de fusta a sobre l'escalada, sigui quina sigui la dificultat de la via triada, té un altre gust. Sigui amb els estreps o sense, fer servir fusta per assegurar-te a una paret requereix un pèl de sang freda, algun coneixement sobre el tema i una mica de pràctica, és clar. No és difícil i en canvi les peces reforçades amb un tros de faig, d'alzina o de qualsevol fusta dura queden sempre molt millor que sense. La fusta absorbeix l'energia del mecu. És dinàmica, i ha aturat algunes caigudes de forma prodigiosa i inverossímil.

No només serveix per tapar forats grossos, també pots tirar de falquetes en forats oberts o en foradets minúsculs, fins i tot per clavar puntes de clau diminutes. I funciona, encara que no ho sembli. Funciona de meravella.

Senyores, senyors, la fusta mola i tota la que s'ha fet servir per assegurar les següents fotografies ha aguantat prop de 70 quilets més estrebades a mansalva. Crec que amb les fotos, els autodidactes amb ganes d'endinsar-se en l'apassionant món de la marqueteria vertical ho tenen més fàcil. Aquest post és pels que n'han sentit a parlar però no les han tocades mai. Si la cosa us tira, el millor és que us planteu un dia sota una tàpia i practiqueu. Veureu com no fa tanta por com sembla a les pel·lícules.

Això sí, no us oblideu d'escanyar els pitons si no els podeu clavar fins a l'ull, i segons com tot el conjunt --fusta i clau--, que si la cosa fa palanca malament rai...

Ara sí. Me’n vaig a comprar unes calcetes.


  

Climbotrón i l'enganyifa electoral


Nit d'histèrics. D'histèrics que s'alliberen. Els caps de llista pengen els cartells de forma rutinària, una vegada més, mentre els que tenim el deure constitucional de seguir-los allà on van, per fi ens podem colar dins l'engranatge de la campanya. Com tots els engranatges, la màquina de cobrir una campanya electoral funciona sola, automàticament, la qual cosa ens permet relaxar-nos i limitar-nos a seguir el guió preestablert sense que preocupacions laborals, molt allunyades del que és sa, ens torturin abans de ficar-nos al llit. Des de fora, alguna cosa fa pudor.



Des de dins perds la perpectiva. La cosa fa pudor i no hi ha res com una passejada climbotrònica per Montserrat per netejar les vies nasals i les espirituals i alliberar-se d'aquesta enganyifa imperfecta sense la qual estaríem perduts i sotmesos a alguna o altra forma de tirania, sense cap mena de dubte.

Desintoxicant-me, l'altre dia, en aquella altra rampa de preses minúscules que és Aresta Ribas al Puntal vaig fixar-me en l'espai que quedava a l'esquerra de la via. Una aresta un pèl més vertical, de roca boníssima i fins i tot diria que amb el canto repartit amb més alegria per tal d'afavorir la fruició del bow més exigent. No m'ho vaig pensar dues vegades, ni tampoc vaig voler informar-me de com van deixar caure les regulacions a la zona de l'Albarda.

Hi vaig tornar al cap de quatre dies amb tot l'imaginable per poder-hi obrir una línia que no et deixarà indiferent. L'objectiu: evitar expansions i evitar els estreps, tot plegat en la mesura que les meves febleses em permetin. Tot i que caldrà una repetició amb un pèl més de punch per apurar-la del tot, la via ha quedat interessant, si un cop feta l'Aresta Ribas volem pujar un parell de graons més en aquest ritual infinit que combina risc i verticalitat.

A continuació, la ressenya i la descripció de la via.



Des del peu de l'aresta, haurem de remuntar uns metres la canal que porta cap al diedre de la via Gelera, entre l'Agulla Inclinada i el Puntal. Un petit replà i uns forats bons marquen el peu de via. Els aprofitem per guanyar els primers metres i quan la cosa es posa fina xapem el primer parabolt. Des d'allà flaquegem per una petita lleixa a la dreta fins a un merlet. El superem, rebotant, i escalem amb tendència a la dreta (un parabolt) fins a sota d'un desplom que superarem cap a l'esquerra amb molt bones preses (un tac, un parabolt). Superat el desplom cal tirar d'estreps dos passets, amb les falquetes i un parell de pitons curts i plans. Una sortideta en lliure fina i muntem una reunió penjada en un forat allargassat uns metres a l'esquerra de la primera reunió de la Ribas (parabolt que es pot reforçar amb un pont de roca i un tricam o friend mitjà).

Sortim de la reunió per l'esquerra. Guanyem uns metres fins i xapem un altre bolt. Naveguem de dreta a esquerra per un mar de presa minúscula no excessivament vertical però exposadet fins que trobem un parabolt. Des d'aquí ens tornem a embarcar amb tendència a l'esquerra. La cosa perd verticalitat fins al ressalt. El superem, és vertical, però té molt bon canto (un parabolt a l'inici).

Des de la segona reunió (dos parabolts), escalada exposada fins a una baumeta que superem pel costat dret (un parabolt). Uns metres difícils i topem amb una reunió de dos parabolots rovellats col·locats en vertical. De nou, un misteri més a a afegir a la llista de projectes misteriosos sense cap ni peus. En xapes un, i com que des d'aquí la cosa perd verticalitat, tires pel dret uns metres fins a l'horitzontal de la tercera reunió de la via Gelera.

Des d'aquí, un parell de burilets envellits pel temps em descobreixen que hi ha una variant que uneix les vies Aresta Ribas i Gelera. En desconec el grau. Escala el diedret que arrenca de la R de la Ribas, i supera una placa molt dreta (un burí sense plaqueta) fins a situar-se a l'horitzontal de la tercera reunió de la Ribas (una altre burí, ara parabolt), per acabar flanquejant cap al relleu. Més amunt, res.



És complicat superar l'exposició i el sabor de l'últim llarg de la Gelera. Més de 40 metres de cinquè finet i només un burí, a dalt de tot, quan la dificultat ja decau i intueixes el cim a uns metres que se't fan escassos. La cosa, després d'uns minuts "d'atura't, pensa i decideix" es queda en un "va a ser que no". Continuar obrint via fins el cim, peti qui peti i perquè sí, és una tonteria. Apretar vies als últims llargs de les agulles és difícil que quedi bé, ni tan sols acceptable. A més a més, l'últim llarg de la Gelera promet sensacions recomfortants.

I així és. La sortida de la tercera reunió d'aquesta joia oblidada t'avança el buit que sentiràs els següents trenta metres. Un tricam petitó i un merlet que fa fàstic. Això sí: presa suficient per no passar de la por al pànic i passets de violí, no, d'estradivarius. Qualitat excepcional, que diria aquell, i regust de primera al cim.



Ha estat una setmaneta de dedicació al Puntal de l'Albarda. Torno a fer tard, pel camí de les Gorres. Un cabró amb unes banyes que fan por i un senglar que remuga perquè li fa mandra haver-se d'enmerdar muntanya avall i deixar-me pas al camí. Baixo fet un llamp per les vies del funicular i cap a casa. Ara toca oblidar-se de les tàpies. Fondre's amb aquell engranatge. Adorm i fa pudor de merda. Però és el que hi ha. Qui tingui idees, que les proposi.

Aresta Ribas al Puntal de l'Albarda, la ressenya original



El Jesús i el Ramon m'envien la mateixa ressenya, probablement l'original, de l'Aresta Ribas al Puntal de l'Albarda. Veient l'equipament actual, deteriorat pel pas del temps, ha sorgit la idea de respectar al màxim una futura restauració de la via. Per tal que això sigui possible publico la ressenya on, afortunadament, hi ha marcades totes les expansions amb què comptava la via l'any 1980, pocs mesos després de la seva primera ascensió. Són força menys burins dels que hi ha actualment. Si la via es restaura amb respecte, pot quedar una línia clàssica però força exigent, amb trams de V-V+ exposats, en la qual caldrà espavilar-se amb els merlets, els aliens i els tricams.

Darrerament i en silenci s'han anat restaurant un munt de vies. Algunes amb més encert que d'altres. Ha estat restaurada l'Esperó Màgic de la Prenyada (reunions i alguna assegurança), també l'Anglada Guillamón de l'Elefant, que fa no gaire encara conservava el seu sabor orginal, o la Ludwig a la cara nord d'aquesta roca. A Sant Benet s'estan fent les coses amb un rigor excel·lent i, sense ànim de criticar algunes històries que s'han intentat fer amb tota la bona fe del món caldrà extremar les precaucions en el futur si a l'hora de restaurar volem rebre l'aprovació del "colectiu" i omplir de satisfacció els repetidors.

Aprofito per modificar la ressenya de la Ribas publicada fa quatre dies. Després de consultar la original me n'adono que em vaig embarcar en el segon llarg (i probablement no era el primer a qui li passava). L'original tira cap a una balma a la dreta amb menys dificultat, on es deu trobar amb la Petita Omaira, per retornar després cap al fil de l'aresta, cap a l'esquerra.

Essències montserratines XX: Aresta Ribas al Puntal de l'Albarda


Quan ets al peu de l'Aresta Ribas, al Puntal de l'Albarda, de seguida tens la sensació que aquesta és una altra essència montserratina que es mereix un cop d’ull. Sembla poca cosa, una rampa, una escalada fàcil d'aquelles que et convida a relaxar-te, deixar anar els moviments i progressar amb la desinvoltura d'un quart, com a molt un cinquè.

Però aquí a l'aresta Sud de l'Albarda passa com a les agulles. Les arestes no són el que semblen i la rampa més innocent des del peu de via estant es converteix en una tàpia verticalíssima un cop t'hi estàs pal-plantat com si trepitgessis vidres amb un equilibri més que precari. Les preses són minúscules o directament "no són" i la majoria de còdols d'aparença engrescadora són una decepció quan per fit els tens a les mans. Els avantbraços s'escalfen com si fossis al plafó i si perds pistonada torna a ser per aquella mania tan montserratina que és l'essència d'aquest joc que mai s'acaba. De manera que com que es tracta d'un altre 6a d'estil peculiar --sempre segons canten les ressenyes a l'abast--, és preferible optar per abordar-lo com si es tractés d'un 6b dur.

Sigui com sigui, sobre aquesta aresta de violinista tens la sensació que se'n parla més que no es repeteix. El material emplaçat sembla sortit d'una caixa d'eines qualsevol, però d’ara fa trenta anys, i en reunions com la del primer llarg --la de la foto--, es respira aquell aire de les escalades solitàries, inèdites, deixades, no de la mà de déu, si no de les dels escaladors.



L'escalada és tremendament montserratina. Molt exposada en els trams més assequibles, amb cinquens trepidants escassament protegibles, i amb un burí sempre a mà quan la cosa es posa molt dreta i convida a agafar-se de les cintes. Potser és per això, per allò d'agafar-se de les cintes, que el personal continua explicant que és 6a...

En faig una ressenya amb tots els burins al detall. Bé, tots no, en els trams d'Ae (6a, V+), potser n'hi ha algun més, ja que es poden fer en A0. Els trams de V o menys, queden pr`cticament nets i algun tricam i algun alien ens aniran de conya.


Puntal de l'Albarda, via Aresta Ribas, 150 mts. ED-, A0




L'escalada arrenca des d'una sabina llaçada amb una vaga al peu de l'aresta, just abans que la paret comenci a desplomar. La roca és excel·lent al llarg de tota la via, però la pressa és petita, la qual cosa converteix algun tram en principi fàcil en un maldecap força exposat.


El primer llarg tira recte amunt i està petat de burins, la majoria sense plaqueta. És un tram tremendament difícil. Res de 6a, des del meu punt de vista --radicalment subjectiu. Muntem una reunió, molt incòmode per vertical, a l'extrem d'una baumeta.


El segon llarg va a bucar un pitó visible des de la R cap a la dreta. No flanquejar cap a l'esquerra fins a un plom, és un embarcada bastant més difícil que l'originalk (V exposat), que flanqueja a la dreta fins a una balma on trobem una reunió prescindible. Quan la paret tomba trobrem un parell de burins. Cal continuar recte amunt, arrencant des d'un gran còdol tronjós. Al bell mig de la placa trobarem un petit pont de roca i un burí. D'aquí a la R sense complicacions, al peu d'un diedre.


Els dos llargs següents són semblants. Els passos difícils són equipats. Ens tornem a trobar amb algun tram exposat al final de l'escalada (placa de cinquè amb un sol burí), tot i que odem sortir pel desplomet de la via del costat (V+, equipat amb dos burins). Muntem reunió al cim, a la dreta d'una sabina (reunió de parabolts de la Mas-Guasch).


Mi tesoro... Mis paredes



Hay quién se pasea por el campo poniéndole puertas. Es ya un clásico. Llegan a una zona y se adjudican un título de propiedad, por la cara, y como si las tapias, casi siempre, en estos casos, pequeñas zonas de bordillos, no hubieran existido durante miles de años, antes de que nuestros pequeños gollums se fijaran en ellas.

La cosa es muy, pero que muy humana. Tanto como el personajillo del libro del tal Tolkien. Llegan, meten unos cuantos parabolts, inventan un par de lineas bonitas y se consideran como en su casa. De hecho esa zona es suya, es su jardín particular, su secretivo y hasta puede que un día vayan con la podadora. No es de nadie más y quizá te dejen escalar, pero para nada se te ocurra modificar la decoración de ese, su tesoro particular.

La cosa ya hace un montón de años que dura, y si no fuera por el patetismo de ese absurdo --creerse propietario de una tapia, o de una vía, o de una zona entera, o de algo-- les diría que no le diésen vueltas, que continuaran en su percal hasta el fin de los días, acariciando su tesoro y malográndose como personas, presos de la misma obsesión que debora al personajillo de ficción.

Lo mío pasa muy pocas veces por los bordillos. No es, por tanto, mi mundo. Un colega de fatigas me contaba el otro día las batallas de un tercero con mucha mala suerte y peor espina. Un irreversible grupo de gollums le había chafado algunas vías. Se había metido en su jardín particular, primero escalando y luego equipando alguna cosa. Pasaron unos días y le chafaron la guitarra.

Supongo que es natural sentirte creador de una zona si la has descubierto, las has equipado y la has disfrutado hasta divulgarla. Sin embargo, otra cosa es erigirte en propietario del lugar y decidir desmontarle las vías a un compi por el simple hecho de ser "el invitado" y no "el propietario". Señorías, la codicia rezuma por doquier. Queda claro clarinete que en la escalada tampoco nos libramos.

Reuniones bloquedas... mal rollo, señores


De un tiempo a esta parte se lee en los típicos artículos sobre técnica, algunos de ellos más técnicos que prácticos, explicaciones sobre reuniones con el nudo bloqueado. Es el caso del informe sobre reuniones sacado en la foto sin permiso de la revista Campo Base que podeis consultar entero pinchando aquí. Menda no tengo nada contra esta o cualquier otra revista con interesantísimos artículos sobre técnica pero, aviso a navegantes, algunas de las historias narradas y experimentadas en el laboratorio pueden salirle rana al consumidor que las consuma en plena tapia.

Es el caso de las reuniones conel "triángulo de fuerza bloqueado a dos y tres puntos". Léanme aunque sólo sea perdiendo un minuto de su preciado tiempo y verán el porqué de tales opiniones. El triángulo sirve para distribuir de forma equitativa la carga de una eventual caída sobre la reunión entre los distintos seguros que la componen. Díficil es arrancar una reunión, incluso si la fuerza de choque va directa al dichoso triángulo. Fácil es, en cambio, que el triángulo termine trabajando a un lado o otro modificándose, por tanto, los ángulos de la driza que lo forma, la cual trabaja libremente siempre que no esté bloqueda por un nudo. Con el nudito de las fotos, el triángulo puede no valer para nada y que sólo alguno de los seguros que componen la reu tenga que aguantar la sacudida de una caída.

Sucede poco, dirán, pero de hecho las reuniones de varios seguros están pensadas para contrarestar situaciones que suceden pocas veces o nunca.



Imagínense sus señorías la siguiente batallita. Va el de primero y se pega un talegazo sin previo aviso en el octavo largo de la vía Borinot, en el Serrat del Moro. Estaba, el tío, forzándola en libre, chapando sólo el par de pitones que debe haber ahí, de modo que el talegazo es significativo. El compañero en la erre cuelga de dos pitones y una cabeza de buril. La sacudida le levanta de golpe hacia arriba porqué uno de esos dos pitones en medio del largo aguanta la caída. Sale disparado aunque con el reverso en el aro del arnés retiene perfectamente la cuerda. El salto proyectado por culpa del saque del primero de cuerda se lo lleva hacia la izquierda, pues el amigo ha caído por ahí, siguiendo la fisura que te lleva hacía la izquierda.

En el triángulo, el compi había hecho caso de alguno de esos dichosos artículos antes mencionados, habiéndolo anudado para bloquearlo, pues como le decían en la revista de turno, la reu la formaban seguros precarios. Oh, Diós! exclama mientras revienta la cabeza de buril de más a la derecha... Peta porqué es el único seguro que ha recibido el golpe del saque, ya que el triángulo no ha podido repartir equitativamente la fuerza del saque por estar anudado.

Pasa poco. O no pasa nunca. Pero, ¿cuántos pasos protegemos sin que "nunca" pase nada?

Vayan al loro, pués, y no se dejen llevar por los dibujitos ni los experimentos de laboratorio sin echarles un buen y detenido vistazo antes.

Si no fos per...



Al Cadaqués reventadíssim de turistes del nou segle cada vegada queden menys coses d’aquella illa desolada on quatre gats malvivien a base d’oliveres i anxoves. Ara les han canviades per bars, restaurants, serveis nàutics, hotelets i altres prodigis del màrqueting familiar i emprenedor, i qui no ha acabat muntat en el dòlar és perquè no ha volgut.

Barrejat entre la turistada hi continua aquell banc que la gent del poble, tant gelosa del que és seu, coneixen com el Sinofós. Diuen que s’hi asseien vells que sempre començaven les seves convereses amb un “si no fos per” amb la mirada perduda a l’horitzó, a recer de la tramuntana.

No sé si és perquè començo a notar l’edat a l’esquena en forma de contractures dia sí, dia també, però avui he començat aquest post, sense voler, amb un altre “si no fos”.

Si no fos perquè la temporada canicular hi passa massa depressa, sobre el granet d’estiu dels Pirineus m’hi podria passar mitja vida. Si no fos pels freds que triguen a marxar i no triguen a tornar i també perquè això de viatjar un pèl més lluny ho tinc en llista d’espera... Compromisos familiars i altres històries que de vegades ens lliguen més del que haguéssim volgut. Però qui faria marxa enrere? Jo, no.



La collita, de nou, ha tornat a passar pels camins de les valls de la Restanca i Colomers. I el resultat ha estat, això és personal i transferible, interessant per als que us vingui de gust escapar-vos en la mesura del que l’era del tursime ens deixa; per als que vulgueu recórrer tàpies noves de trinca, sense cobertura al mòbil i lluny de la gentada.

Creuar-se amb una tàpia de més de 500 metres i una grandiositat que espanta, i que no l'hagi escalada ningú abans, tot i trobar-se davant dels ulls de tothom, no és una cosa que passi cada dia. Si a sobre l'estrany viatge que et duu fins al cim et fa sentir com un pioner als anys 20, per la roca, el traçat i l'espectacle; si quan ja no et queda ni un metre més per escalar, dret sobre la minúscula punta aplanada per un dit gegantí, te n'adones que el cim no té una fita marcant-te el territori perquè allà, és probable que no s'hi hagi passejat encara ningú... Aleshores vius un d'aquells dies que costa que d'altres records puguin esborrar. Tot això passa depressa. Un munt de sensacions que venen tal i com se'n van. Sense adonar-te'n.



Només unes hores després, l'esperit digereix tot el que li ha estat regalat i t'envaeix una sensació d'eufòria que et fa tornar a desitjar secretament fer-li una visista a aquesta paret que no esperaves que fos tan màgica quan t'hi barallaves per sortir-ne com més ràpid millor, espantat per tones de blocs que s’aguanten per mil·límetres d'arestes que es freguen en precari, aconseguint la força justa perquè la muntanya no se't tiri al damunt, despiatada.

Aquesta és la història exagerada del viatge que vam empendre dos argonautes. Desgraciats perquè, com deia Andrea Oggioni, al món hi ha milers de llocs més bonics i més apacibles que una mole de roca abrupta i inanimada- i també espantats, perquè sentir-te un pioner sona molt bé però implica no saber ni un borrall ni de com arribaràs al peu de la tàpia ni de què t'hi trobaràs ni de com en sortiràs.

La paret Oest de l'Agulla Inferior del Montardo sembla haver-se mantingut invisible als ulls dels escaladors al llarg dels últims 100 anys. Al seu favor hi ha la seva principal defensa, aquest sòcol de pins i roques verticals infranquejable a primera vista. Des de la pista que duu al refugi la paret perd la forma perfecta que ens havia convidat a escalar-la i es converteix en un caos d'esperons, plaques extraplomades i canals, com si la tàpia volgués camuflar els seus encants i continuar defensant-se, inescalada.

Dubto amb en Karki en un parell d'e-mails. I si no diguéssim res? I si la paret continués invisible i inaccessible com fins ara? Quan de temps aguantarien els seus murs, l'embat de l'exèrcit cada vegada més nombrós d'homo-escaladors?




Fins al cim s'alça aquest quilòmetre de roca absolutament caòtic. Si caminem per la vall de Valarties, la paret sembla perfecta. Una piràmide que desafia el cel com si li volgués clavar una queixalada, de tant punxeguda i afilada. Arribar al peu de la tàpia ja s’intuïa complicat. La cosa, després de jugar-se el físic sobre unes lloses inclinades i cobertes d’aquella sorreta de granet gris clar tan agradable, va quedar resumida en un nou topònim per a la zona de la Restanca. “El Canalubrio”, així és com vam acordar dir-li per unanimitat i sense que calgués cap mena de negociació, a la canal d’accés a la paret.

La ditxosa aproximació, suposem que fàcil a l’hivern i a la primavera gràcies a la neu, no ens va regalar res i escalar aquell sòcol, ens va deixar abandonats en un creuament de canals terroses, amb la sensació que el milllor a partir d'aquell punt era sortir per dalt i no liar-la en aquell laberint d'embuts que la paret fa pinta de flagelar sense descans.

Vaig recordar les històries que el Pako m'explicava anys enrere. Aquells bivacs amb el Picazo en algunes parets del Pirineu aragonès que quasi ningú recorda. Al món actual, és difícil fer una escalada sense cobertura al mòbil o sense ressenya, o sense una descripció acurada de l'aproximació, trepitjada de camins fressats, marcada de fites i pintura. El dia que et falta tot això et sents sol. T'adones que la comoditat encarnada en l’escalada-plaisir s'ha apoderat de la gran majoria dels espais i que els pioners, si escalaven les línies més fàcils, era possiblement per tota la càrrega psicològica que suposa aquesta sensació d’abandonament i soledat.




Oberts els tres primers llargs en el trasncurs de més de tres llargues hores, se’ns passen les ganes de més aventures. La roca és molt compacte i trencadissa i no accepta ni tan sols els pocs pitons de què disposem. Ens exposem un pèl massa pel nostre gust i tot i que som navegants sense massa manies, assegurar llargs de 40 metres amb un sol pitó de merda penjant de reunions per l’estil, se’ns fa feixuc.

Queden tants metres per davant que l’angoixa comença a corcar-nos la moral. Ens aturem en la primera gran lleixa que marca el veritable inici de la paret, que per fi despulla tots els seus horrors davant els nostres ulls. Fins ara no havíem vist res del que ens esperava. Ara sí. Tenim tota la tàpia al davant i amb un cop d’ull es fa evident que les comoditats seran l’absència del dia. Roca mediocre, massa cicatrius d’esllavissades recents i una verticalitat que espanta, més pròpia de les parets del Montsec que no d’aquest Pirineu descafeinat en grau i compromís que ens ofereix l’Aran.

Si no volem passar les vacances aquí dalt, s’imposa vestir-se el trajo dels pioners. No calen gaire paraules per acordar sortir d’aquí com més ràpid millor. No ens escaparem, ens mantindrem al centre de la paret, però tirarem cap amunt sense perdre el ritme atacant els punts dèbils de la mole intentant evitar les zones més “cutres”.

Escalem a l’ensamble una zona de blocs i una canal tan desagradable com el Canalubrio que ens pensàvem que havíem deixat enerere definitivament. El ritme és bo i a poc a poc ens permet situar-nos a la zona mitja de l’agulla, on la roca és millor i alguna fissura ens deixa encastar-hi els trastos i muntar reunions decents.

De vegades el que tems distorsiona el que veus. Les sensacions t’ofeguen i aturar-se a pensar-hi, que seria l’única forma de sortir d’aquest loop que t’encarcara, no t’ho pots permetre. Simplement, perquè només hi ha una idea que es repeteix una vegada i una altra: guanyar eficaçment els metres que et separen del cim, encara que sigui amb aquell nus a la gola constant, semblant al provocat pel vertígen.




Una diagonal inmensa ens protegeix de la vertical durant molt més d’un centenar de metres. Desemboca en el pas més bonic de tota l’escalada. Una lleixa minúscula que ens permet flanquejar un abisme de mil metres fins que s’acaba fonent amb la paret i obliga els peus a buscar les preses que els permetin continuar escalant. Ara, però, estem més relaxats. La roca és excel·lent, el traçat, evident i el cim s’intueix a pocs metres. Feia estona que no somreiem i ara mateix comencem a riure a sanglotades. Riem de nosaltres mateixos, de les pors que ens han vençut, del que ens ha portat fins aquí i de com hem burlat la parca per arribar-hi.



Qui més qui menys sap qui era el tal Jassó i que amb el seu viatge perseguia fer-se amb el crisomallus, aka velló d’or, aka “vellocino de oro”, encara que no sigui pels coneixements sobre mitologia avançada i sí, per les pel·lícules d’esquelets de plastilina articulats i monstres de cartró pedra.

El que no queda tan clar és si els argonautes que el van acompanyar en aquella història sense cap ni peus sabien el que es feien o hi eren per voluntat pròpia. De vegades rondem els camins verticals sense saber exactament per què, com autòmates a la recerca d’un benestar que sempre és difícil d’assolir, amagat rere l’explicació de gestes supèrflues i disfressat d’una glòria que fins i tot va ser efímera per al tal Jassó, l’Odiseu, l’Aquileu i tota la comparsa de l’època.


A la recerca d’alguna cosa, em passejava per Colomers unes setmanes abans d’aquesta força exagerada gesta del Montardo. Ho dic perquè hi ha qui, més o menys durant les mateixes dates, es passejava no per Colomers sinó per la vertical de les Jorasses, per línies que s’escapen al que és humanament possible, afrontant perills d’una força descomunal.

Sigui com sigui, la idea era retornar a aquell mirall incert que és la Punta Innominata al Circ de Colomers i traçar-hi una nova línia. Era un objectiu molt més modest, però incitat, potser, per la recerca de les mateixes sensacions.


Després de dos dies de feineta va quedar una línia llarga, de roca impecable, agraïda i equipada per fer les delícies de grans i petits. Durant la primera, a finals del juliol, que són dies de molta neu, una congesta de neu a mitja via em va regalar aigua durant els quatre primers llargs. Una delícia per a esperits pacients que havia de quedar-se entre un “diedre gorgoritos”, un “veste’n a fer gàrgares” o el nom de la mítica tortura: la gota malaia.

Un mes més tard ens enfilem altra vegada a Colomers. Tres caps de setmana per tibar-li al llarg dels mesos d’estiu cal mirar d’aprofitar-los al màxim. De manera que ens perdem, aquesta vegada, cap al Gran Tuc i l’Agulla que li fa de bastió pel costat Nord-Oest.

Coincidim amb els dies dels Skyrunners. Primer els GRs de la zona es van convertir en els Carros de Foc i ara, durant dos jornades de finals d’agost, es trasnformen en una cursa contrarellotge ben anomenada “dels Skyrunners”. Arribem al refugi per compartir un cafè o el que caigui amb els amics que el guarden. Però la colla, la trobem enfeinada. N’hi ha alguns que això de córrer pel cel s’ho han pres a la valenta, ens expliquen, i entre Saboredo i Colomers, durant la nit, han decidit fer-se fonedissos. Han desaparegut i ara els bombers els busquen. Uns altres han dormit al Port de Ratera perquè, segons diuen als bombers, el GPS es va quedar sense piles i, és clar, no sabien per quin camí tirar. Són dies de corredisses pels camins, pels bombers i per les cuines de Colomers, la Restanca, el Ventosa, Amitges i els altres. Dies de corredisses per la vida.

Enduguis les emocions de la ciutat a la muntanya. Faci cues, estressis, esbronquis, caguis en tot que li faran a bon preu... Que la cosa si no, no interessa ningú i els camins que abans es fressaven de tant en tant i mantenien el Pirineu viu, ara desapareixen sota l’herba que creix amb la humitat enganxosa d’aquesta postmodernitat desmemoriada, tan turística. Benvinguts i bentrobats al Parc temàtic dels Pirineus.


Això nostre passa per tocar les flautes i deixar les curses per als atletes dotats de GPS i de la musculatura mental suficient per abordar aquesta mena d’empreses que són, cal reconèixer-ho, d’un mèrit i d’una dificultat considerables i del tot lloables.




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...